Aplicación de cuentas nacionales.
Antes de adentrarnos más en el tema empezaremos por definir lo que son las cuentas nacionales, estas son “…la unidad de registro de las transacciones económicas de un país, es decir la economía total del país se registra en las cuentas nacionales; se utilizan para obtener un conocimiento detallado de los recursos, la distribución de bienes y servicios en sectores, formular cuentas de cada sector económico, contar con información acerca del sistema económico total y las relaciones entre determinados sectores de la economía.
Las cuentas nacionales son aquellas que constituyen la estructura conceptualmente organizada en que se inserta la información estadística de que dispone el país, es decir representa una forma congruente de presentar los datos estadísticos de un país y están basadas en el principio de la partida doble”….
La cuenta nacional que reporta la economía total de un país es la cuenta de recursos y destino de los bienes y servicios. Su expresión en forma algebraica es la siguiente: Y+M = C+I+G+X Y= C+I+G+(X-Z) ; En donde Y es igual a producto nacional, “M” Importaciones, “C” representa el Consumo privado, “I” son las Inversiones privadas, “G” los bienes y servicios usados por el gobierno, y por ultimo “X” las Exportaciones realizadas en un país. (eumed, 2012)
Las cuentas nacionales escriben la estructura del sistema económico en función de las transacciones que realizan los agentes económicos (hogares, empresas, gobierno, resto del mundo).
El Sistema de Cuentas Nacionales de México (SCNM) conjunta en sus resultados una tradición de esfuerzos de diversa índole; en la década de los cincuenta del siglo XX, el Banco de México realizó estudios importantes sobre la estructura de insumo-producto de la economía mexicana, que concluyeron entre sus derivaciones con la publicación, en junio de 1969, de la serie 1950-1967 del Producto Interno Bruto a precios corrientes y constantes de 1960; así también, de los registros sobre los acervos y la formación de capital por tipo de actividad, constituyendo con esto las bases de un Sistema de Cuentas Nacionales para el país, bastante apegado a las recomendaciones internacionales de la época.
Hacia la mitad de los años setenta del mismo siglo, se conjugaron trabajos del Banco de México y de la Secretaría de Programación y Presupuesto, en la investigación y análisis de la información disponible y del marco conceptual para definir un esquema riguroso y específico sobre la contabilidad nacional mexicana, dando por resultado la publicación de un Sistema de Cuentas Nacionales de México (SCNM) descrito en siete tomos, que incluyó la descripción de las fuentes de información, la cobertura y los procedimientos metodológicos aplicados para calcular los agregados básicos, el clasificador de actividades empleado que se correspondía a nivel de rama con la matriz de insumo-producto de 1970 y con el estudio sobre insumo-producto realizado para 1975. Para estos trabajos se contó con una amplia asesoría técnica del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y el respaldo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Con ello se incorporaba al ámbito de la contabilidad nacional una base conceptual y metodológica comparable a nivel internacional, así como los resultados del citado estudio de 1975.
Este acontecimiento, importante en la historia de la estadística descriptiva del país, establece las condiciones para el desarrollo estadístico porque fomenta la utilización de la abundante información elaborada, que es, desde entonces, recurrentemente reunida y procesada, gracias a la amplia colaboración de empresas y organismos públicos y privados, así como a la diversidad de procedimientos sistematizados de cálculo.
En diciembre de 1982, Miguel de la Madrid asumió la presidencia de la República y a partir de entonces se estableció un nuevo modelo de desarrollo económico basado en el cambio estructural y la apertura comercial, ante un entorno internacional que se modifica dramáticamente: la caída del bloque socialista, la masificación del uso de nuevas tecnologías de la información, la preocupación por la ecología y la pobreza, la competitividad económica y la globalización.
Específicamente, se señala que:
A partir de 1982, la política económica de ajuste estructural se caracteriza, entre otros rasgos, por la profundización de las acciones conducentes a la economía de mercado; la desregulación de importantes disposiciones que entorpecían la operación eficiente del aparato productivo; la preponderancia del sistema de precios como elemento orientador de los agentes económicos y, por la privatización de numerosas empresas paraestatales, producto de la redefinición del papel del Estado.
En el aspecto microeconómico, el proceso de la reforma económica está vinculado con el de la producción para exportación, la apertura al exterior de la economía, la competitividad y mayor productividad de los procesos productivos y organizativos, así como por el énfasis en el sector financiero y en el mercado de valores, elementos canalizadores tanto de ahorro interno y externo, como de financiamiento público voluntario.
Posteriormente, el 25 de enero de 1983, fue creado por decreto presidencial el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) como un órgano público desconcentrado, que entre sus funciones tiene, desde entonces, la responsabilidad de dirigir, orientar y actualizar los trabajos relacionados con el Sistema de Cuentas Nacionales de México. La primera serie a su cargo cubrió el periodo de 1970 a 1986, teniendo como base la matriz de insumo-producto de 1970. Posteriormente se encargó de las investigaciones para actualizar e integrar la matriz de insumo-producto de 1980, que sirvió de base para la serie de tiempo de 1980 a 1993 y para proporcionar, en forma regular y oportuna, información sobre la estructura y comportamiento de la actividad económica del país.
A finales de 1993, el INEGI inició un ambicioso programa de investigación económico-estadística tendiente a modernizar al SCNM desde el punto de vista conceptual y cuantitativo, acorde con los últimos lineamientos metodológicos de los Organismos Internacionales como Naciones Unidas, Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, entre otros. Para ello, las Cuentas Nacionales de México disponían ya de importantes acervos informativos de origen censal, múltiples encuestas sectoriales y de la explotación y aprovechamiento de información financiera y registros administrativos de entes privados y públicos. Para ese entonces había ya importantes investigaciones y elaboraciones estadísticas que pudieron ser incorporadas sobre la base del nuevo Sistema de Cuentas Nacionales de 1993 y permitieron un avance sustantivo en los cálculos.
A partir de entonces y sobre esa referencia metodológica se han venido ampliando y actualizando los diversos productos del Sistema de Cuentas Nacionales de México que tienen como base el año de 1993.
Adicionalmente el Instituto ha emprendido diversas acciones que permiten la actualización permanente del SCNM, con lo cual se favorece el desarrollo de nuevos trabajos que reflejan y cuantifican con mayor precisión el devenir de la actividad económica del país.
Con ello, México se ha colocado en una fase importante en el nivel de desarrollo estadístico del país. La Comisión de Estadística de las Naciones Unidas, por ejemplo, establece diversos criterios de clasificación que ubican a nuestro país en la quinta fase de desarrollo de los Sistemas de Contabilidad Nacional.
Para 1999, se publicó el documento Cuentas por sectores institucionales, 1993-1996, elaborados por la Dirección General de Contabilidad Nacional, Estudios Socioeconómicos y Precios, que poco después se amplían a 1993-1997 y en el 2000, al periodo 1993-1998. La publicación constituye una innovación significativa en la manera de hacer el SCNM, tanto como lo fueron en su momento las matrices de insumo-producto de 1950 y 1960 o los primeros cálculos del PIB trimestral o del PIB ecológico. Asimismo es innovadora a nivel internacional.
Los cinco sectores institucionales: las sociedades no financieras, es decir, todas aquellas de responsabilidad limitada, anónimas, de capital variable o en comandita que producen bienes o servicios para el mercado (servicios no financieros); las sociedades financieras, esto es, los bancos, las empresas de seguros y otros intermediarios financieros; el gobierno general, constituido por el gobierno central, los gobiernos estatales y municipales, y los organismos de seguridad social, como IMSS e ISSSTE; los hogares, que además de su tradicional condición de consumidores, donde participa toda la población del país, también pueden asumir la característica de productores en tanto posean empresas propias no constituidas en sociedades; y las instituciones privadas sin fines de lucro que sirven a los hogares, entre las cuales se encuentran los clubes sociales, las iglesias, los partidos políticos, las organizaciones no gubernamentales y otras que proporcionan algún tipo de bien o servicio a los hogares.
Para cada sector institucional se elaboró un sistema de cuentas económicas que proporciona información sobre las transacciones reales y financieras que realizan entre sí y con el resto del mundo, con periodicidad anual. Las cuentas económicas son las siguientes: producción, generación de ingreso, asignación del ingreso primario, distribución secundaria del ingreso, redistribución del ingreso en especie, utilización del ingreso, de capital, y financiera.
El actual Sistema de Cuentas Nacionales de México está formado por cuatro tipos de estadísticas: 1) anuales, como son las cuentas de bienes y servicios, las cuentas regionales para las 32 entidades federativas y las cuentas por sectores institucionales; 2) trimestrales, sobre el PIB, y la oferta y utilización a precios corrientes y constantes; 3) mensuales, relativas a la actividad industrial, la formación bruta de capital fijo y el indicador global de la actividad económica; y 4) cuentas satélite, formadas por los indicadores macroeconómicos del sector público, las cuentas económicas y ecológicas, las correspondientes a la industria maquiladora de exportación y las cuentas de turismo.
Estas cuentas fueron llamadas Cuentas Satélite, que son productos innovadores, de reciente aparición, elaborados con base en las recomendaciones del SCN 1993, y como subproductos de las principales cuentas.
México es el único país a nivel mundial que ha logrado obtener resultados recurrentes del PIB ecológico con periodicidad anual. Aun así, se espera profundizar todavía más en la medición del tema, pues la delicadeza del asunto ambiental ha llevado a un conocimiento cada vez mejor del entorno y los recursos naturales.
Los cálculos del Sistema de Cuentas Nacional tienen su marco de referencia en las recomendaciones internacionales que en esta materia sugiere la ONU, la cual señala, entre varios aspectos, que el país debe contar con infraestructura estadística abundante para su clasificación, análisis, validación y posterior utilización. Esta base informativa la proporcionan los Censos de Población y Vivienda, los Económicos y los Agropecuarios, las encuestas, entre las que se encuentran las Industriales, de Ingreso-Gasto de los Hogares, de la Construcción, de Micronegocios, de Empleo Urbano y de Servicios; estadísticas económicas provenientes de la explotación de registros administrativos como la Estadística de la Industria Maquiladora de Exportación, la de Comercio Exterior y la Minerometalúrgica, las estadísticas sectoriales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA); de la Secretaría de Educación Pública (SEP); de la Secretaría de Turismo (SECTUR) y en general, de los distintos organismos públicos y privados productores de estadística básica.
Mediante la aplicación de lineamientos metodológicos específicos en cada sector, se lleva a cabo el tratamiento de la información básica, con el propósito de generar indicadores que permitan calcular, las variables macroeconómicas que integran las Cuentas de Producción, Gasto e Ingreso, Comercio Exterior, Oferta y Utilización, y finalmente, las Cuentas Económicas Totales, como parte del SCNM.
Tiene como objetivo general, generar estadística derivada referente a las transacciones económicas que tienen lugar durante un periodo determinado (un año), entre los distintos agentes económicos residentes en el país y sus interrelaciones con el resto del mundo.
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